Está bien, puede que a muchos no les gusten los pelos, más bien les gusten los cuerpos lampiños o depilados, algo más parecido a un muchachito, lo cual no puedo negar que provoca la excesiva libido de varios... pero también a muchos nos gusta lo contrario, es decir aquellos cuerpos que por su vellosidad nos demuestran hombría, masculinidad y potencia...
A continuación dos de esos culitos tan exquicitos de los cuales nos deleitamos, pero ahora con más frondosidad de la esperada, lo cual puede despertar a más de una verga en estos momentos... deléitense:
1) Acostado, muy tranquilo, demuestra que tiene mucho por entregar, más aún su culo es una selva, una espesura que queremos conquistar como sea y que invita a aventurarnos en esta travesía sin un rumbo fijo
2) Belleza pura, equilibrio y voluptuosidad en su máxima expresión... más una grata sorpresa, pelos por doquier susceptibles a ser lamidos con una pasión incontrolable